10 errores comunes de quienes empiezan a hacer pan

Iniciar en la panadería casera puede ser emocionante, pero también trae sus desafíos. Muchos principiantes cometen errores que afectan el sabor, la textura y la apariencia del pan. La buena noticia es que todos estos errores se pueden evitar con un poco de conocimiento y práctica. En este artículo, exploraremos los 10 errores más comunes al comenzar a hacer pan y cómo solucionarlos.

1. No pesar los ingredientes

Uno de los errores más frecuentes es medir los ingredientes con tazas y cucharas en lugar de usar una balanza. Esto puede generar inconsistencias, ya que la densidad de la harina varía dependiendo de cómo se almacena o se sirve.

Solución: Usa una báscula digital para pesar todos los ingredientes. Esto garantizará precisión y mejores resultados.

2. No dejar fermentar lo suficiente

La fermentación es el proceso que permite que el pan se desarrolle, crezca y tenga buen sabor. Muchos principiantes no respetan los tiempos de fermentación y hornean la masa demasiado pronto.

Síntomas de poca fermentación: el pan queda denso, con poco volumen y sin sabor profundo.

Solución: Espera a que la masa duplique su tamaño. Confía más en la observación que en el reloj.

3. Dejar fermentar demasiado

Por otro lado, dejar la masa demasiado tiempo puede hacer que colapse, tenga mal olor o una textura chiclosa.

Solución: Controla el tiempo y la temperatura del ambiente. Si tu cocina es muy cálida, el proceso será más rápido. Una fermentación lenta en frío (en la nevera) también es una excelente alternativa.

4. Usar harina incorrecta

No todas las harinas son iguales. Algunas personas intentan hacer pan con harina para pastelería, que tiene menos proteína y no forma buen gluten.

Solución: Usa harina de fuerza o harina panadera, que tenga al menos un 11% de proteína.

5. Agregar demasiada harina al amasar

Es común que los principiantes se frustren con masas pegajosas y agreguen más harina constantemente, lo que puede endurecer el pan.

Solución: Amasa con paciencia. Usa una rasqueta y tus manos enharinadas, pero evita incorporar demasiada harina. Con el tiempo, la masa se vuelve más manejable.

6. No respetar el orden de los ingredientes

Agregar la sal directamente sobre la levadura puede inhibir su acción, afectando la fermentación.

Solución: Mezcla primero la harina y el agua, luego incorpora la levadura y, por último, la sal.

7. No precalentar el horno

Hornear el pan en un horno frío impide que el pan se eleve correctamente, perdiendo volumen y textura.

Solución: Siempre precalienta tu horno al menos 20 minutos antes de hornear. Si puedes, coloca una piedra o bandeja dentro para mantener la temperatura estable.

8. No usar vapor en el horneado

El vapor en los primeros minutos de cocción permite que el pan se expanda mejor y desarrolle una corteza fina y crujiente.

Solución: Puedes rociar agua en las paredes del horno, poner una bandeja con agua caliente en la base o usar una olla cerrada (como una cocotte) para crear vapor natural.

9. Cortar el pan antes de que enfríe

El pan sigue “cocinándose” después de salir del horno. Cortarlo inmediatamente afecta su textura interna.

Solución: Deja enfriar el pan sobre una rejilla al menos 30 minutos antes de cortarlo.

10. No aprender de los errores

Muchos se frustran con un mal resultado y abandonan. Pero cada error es una oportunidad para mejorar.

Solución: Lleva un cuaderno de panadería donde anotes qué hiciste, qué funcionó y qué podrías cambiar. Tomar nota de tus procesos te hará progresar mucho más rápido.

Lo importante es seguir practicando

Aprender a hacer pan es un viaje. Incluso panaderos experimentados siguen aprendiendo y ajustando sus técnicas. Los errores son parte del proceso y no deben desmotivarte. Con cada intento, estarás más cerca de dominar el arte de la panadería.

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